Durante su gira de 1882 por Estados Unidos, Oscar Wilde sobrevive a un asalto en el casino de Leadville, Colorado; se gana la amistad del c233;lebre empresario teatral Edmond La Grange y, al desembarcar de nuevo en el Viejo Continente, ve c243;mo un caniche aparece muerto en una de sus maletas. Pero este peque241;o drama canino no va a ser m225;s que el preludio de una tragedia mucho m225;s terrible. Como hab237;an acordado, Wilde viaja a Par237;s para ayudar a La Grange con un montaje de Hamlet. Y all237; se convertir225; en testigo de la epidemia de suicidios que comienza a cebarse en los miembros de la compa241;237;a. A menos, claro est225;, que haya una mano negra detr225;s de todo el asunto...
Oscar Wilde, Sir Arthur Conan Doyle y la gran intriga victoriana regresan en este tercer episodio de la saga creada por Gyles Brandreth, quien una vez m225;s demuestra que su ingenio y dotes de sabueso no tienen nada que envidiar a las de sus protagonistas.