Un padre autoritario, una madre sin carácter ni ambiciones, cinco hijos y un cura amoral e hipócrita. La obsesión enfermiza del padre por la religión y la huida del pecado convierte a esta familia en un grupo de seres grises que conviven en una misma casa, enclaustrados, encerrados en una jaula de desesperación. La novela narra las consecuencias que la educación autoritaria del padre tiene sobre el destino de todos sus hijos.
Completan la novela un nutrido catálogo de personajes: sacerdotes, prostitutas, amantes, maridos engañados, hijos ilegítimos... La historia se desarrolla en la España finisecular: la de misa, mantilla y procesión, la de los cafés abarrotados de tertulianos hasta altas horas de la madrugada, la de los burdeles de baja estofa y clientela fiel. Una España que vive de las apariencias.
Sawa, autor bohemio y lúcido testigo de aquellos tiempos, escribió esta novela en 1888 siguiendo la corriente naturalista que imperaba entonces.