Junto con su esposa Zelda, heredera de una rica familia americana, Francis Scott Fitzgerald (1896-1940) fue durante algunos años el centro de una brillante vida social e intelectual en los míticos escenarios dorados de los años veinte: París, Nueva York y Hollywood. Después de su primera novela, "A este lado del paraíso", que le deparó una repentina popularidad, y previamente a "El gran Gatsby" (ambas publicadas en Alianza Editorial) el escritor plasmó en el soñador, hipersensible, indeciso, irónico y altanero Anthony Patch, protagonista de "Hermosos y malditos" (1922), muchos rasgos de su personalidad, pero también una visión satírica de la vida americana y un agudo retrato de la juventud de la "edad del jazz", que abordaba ya con oscura intuición, producto de la rebeldía y la desintegración del orden tradicional, un camino abocado al turbio destino que había de aguardar a muchos de los integrantes de la llamada "generación perdida".