Virginia Woolf (1882 –1941) participó del insigne grupo de Bloomsbury y fundó con su marido una editorial en la que publicó, entre otros escritores importantes, a sus amigos T.S. Elliot y Katherine Mansfield. Además del celebérrimo ensayo Una habitación propia o de la novela La señora Dalloway, Woolf es también la autora de una valiosa obra de cuentos de la que recogemos aquí una muestra representativa. La obra de la autora está unánimemente considerada como una de las cotas más altas de la prosa inglesa y a menudo sus cuentos constituían experimentos o probaturas y ejercicios que desarrollaría en sus novelas y que la más tarde la encumbrarían, junto con Joyce, Proust y Faulkner, al exclusivo panteón de los mejores escritores del siglo XX.