La protagonista de esta historia habita en una isla temporal situada entre los adultos y la infancia, entre la realidad, a ratos dolorosa, y sus fantasías. Rodeada de adultos inmersos en sus problemas, intenta entender qué es la vida, pero a su manera porque ninguno de ellos dice la verdad. Porque la verdad no hay una, como aprenderá, sino muchas y no todas pueden demostrarse.
Esta novela es un canto a la vida y también a la muerte, a las relaciones entre generaciones, al amor entre los hijos y los padres, los nietos y los abuelos... personas que a veces parecen distanciadas a pesar de su cercanía.