Esta «vida imaginaria» de Nicasio Álvarez, marqués del Mantillo, sucede en torno a la Restauración borbónica del último cuarto del siglo XIX pero, por increíble que parezca, parece narrar la trayectoria de un político de cualquier época, y marca un estereotipo joco-serio y esperpéntico del ascenso, auge y caída de cualquiera de nuestros mandatarios. La carrera del avispado Álvarez está llena de contradicciones, pone en evidencia tanto al protagonista como a un prototípico y tramposo sistema parlamentario. Irónicamente, Silverio Lanza documenta la farsa con la recreación lo más verosímil posible de artículos, cartas, transcripciones literales de sesiones parlamentarias, informes y testimonios de distintas situaciones.