Hacia 1930 un editor alemán le pide a un autor de ensayos políticos que escriba una novela de amor para compensar las pobres ventas de sus anteriores libros. El escritor-casualmente llamado Tucholsky-accede a los deseos de su editor y escribe una novela. En ella cuenta la historia de dos amantes, Kurt y Lydia, que veranean en un lugar tranquilo e idílico de Suecia, el castillo de Gripsholm. Pero las apariencias
engañan, como descubrirán cuando una niña acuda a ellos para que la ayuden a huir del internado donde es sometida, junto al resto de sus compañeras, a una disciplina aterradora. El destino de los tres personajes se entrelazará en esta parábola en que las descripciones de la naturaleza y la inocencia adánica son tan exuberantes
y líricas como amarga y certera la crítica de la barbarie y la irracionalidad humanas.
Publicada por primera vez en 1931 y censurada por los nazis, El castillo de Gripsholm es un auténtico clásico de la literatura alemana.