El valle de Salinas, un
espacio personal transferido
a la categoría
de metáfora de la
existencia
El largo valle al que hace
referencia el título de esta
colección de relatos es el
valle de Salinas, ciudad
natal de John Steinbeck: una
sucesión de montañas,
colinas y cañones en los que
se alzan pequeños ranchos
rodeados de anchas praderas,
donde los seres humanos
viven, aman, lloran, ríen,
matan y mueren.
Por las páginas de El largo
valle desfilan esposas
insatisfechas, granjeros
tozudos cuyo horizonte es la
próxima cosecha, pacíficos
ciudadanos que acaban
participando en
linchamientos, agitadores
comunistas, braceros de
rancho y piadosas viejas
damas, sin olvidar a una
cerda herética que eludirá
la matanza a la que está
abocada su especie para
convertirse en modelo de
santidad.
John Steinbeck fue, además
de un excelente novelista,
un consumado maestro del
relato corto. La agudeza en
el trazo de personajes
inolvidables, como la Mama
Torres de "Huida" o el
monstruoso protagonista
de "Johnny el Oso", queda
patente en esta serie de
cuentos que contribuyó a su
consagración como uno de los
narradores norteamericanos
indispensables del siglo XX.
El volumen incluye además un
relato de Steinbeck nunca
traducido anteriormente al
castellano, "Santa Katy
Virgen", divertidísima e
irreverente fábula sobre
los atavismos de la
religión. Pero El valle
largo es mucho más: una
metáfora de la condición
humana, un fresco de la
existencia con toda su
grandeza, su miseria, su
esplendor y su inevitable
acabación