Joe Saul podría ser
cualquiera, un acróbata, un
granjero o un marinero,
movido por el intenso deseo
de transmitir
a un hijo toda la herencia
de los suyos. ¿Es capaz de
conseguirlo? ¿Y de entender
qué escollos debe superar por
el camino? En esta dramática
obra, escrita siguiendo la
misma fórmula de De ratones
y hombres y La luna se ha
puesto, John Steinbeck
reflexiona con desgarro
sobre el valor de la sangre,
el legado, el orgullo y la
amistad, sobre
pasiones primarias del
hombre y sobre la serenidad
necesaria para
comprenderlas. Como señaló
el propio autor
en su discurso de aceptación
del premio Nobel de
Literatura en 1962, «debemos
buscar en nuestro interior la
responsabilidad y la
sabiduría que en su día
nuestros rezos quisieron
adjudicar a alguna deidad»