Angelica Deverell, una adolescente mitómana, es la hija de una tendera de clase baja cuya hermana trabaja en la casa de los señores de la zona y ayuda a pagar la educación de Angel (cuyo nombre de pila es el mismo de la hija de estos señores). Angel comienza a escribir novelones gótico-románticos, grandilocuentes, falsos y fascinantes, que la convertirán en una escritora de moda, la harán rica y la convencerán de que ella es una heroína de sus propias novelas... Una historia, llena de ecos y alusiones, de un entramado de relaciones sociales y fascinaciones equívocas en la que la pasión por la literatura, por deleznables que sean sus resultados, acaba arrasando varias vidas.
«Agradezco a Anagrama por publicar la primera novela traducida de Elizabeth Taylor, y recomiendo a Taylor como un lugar, la plaza adonde ibas a sentir pensamientos del que cruza la calle, a pensar sentimientos del que escapa de casa» (Belén Gopegui).
«El tratamiento más perverso e inteligente que se ha hecho de la creación literaria en los últimos años» (Juan A. Juristo, Diario 16).
«Enorme eficacia literaria» (J. Ernesto Ayala-Dip, El País).