«Los cazadores de almas, la última novela de Petru Cimpoesu, es un ejercicio de funambulismo sobre el fino alambre que separa lo kitsch de lo milagroso, los píxeles de los átomos, la parodia desenfrenada de la reflexión política y moral [...]. Una lectura apresurada de Los cazadores de almas puede presentarnos la obra como una novela comercial bien escrita pero sin grandes pretensiones; sin embargo, el libro es mucho más que eso. Más allá de los elementos paródicos y grotescos, la novela está dotada de una cara oculta, introspectiva por la agudeza del análisis y aterradora por la verosimilitud de las hipótesis en ella sugeridas. [...] Unas hipótesis que, sin embargo, rehúyen la categoría de tesis».Andrei Terian