Liz y Hoon se casan por necesidad, no por amor. Lo que en principio solo parecía un matrimonio por contrato, con fecha de caducidad y con unas cláusulas muy sencillas, acaba convirtiéndose en algo más. Pero ni Liz reconocerá que se ha enamorado del prepotente, chulo y arrogante hombre que ha sido capaz de hacer que lo desee con un simple beso, ni Hoon dará su brazo a torcer para demostrarle que él nunca ha creído en el amor porque solo se podía enamorar de ella. Y si todo esto no fuera suficiente lucha para ambos, deberán averiguar quién es la persona que asesinó al padre de Liz, que extorsiona a Hoon y que amenaza con sus vidas… antes de que sea demasiado tarde.