Año 1780.
Para evitar la deshonra familiar por un lío de faldas, Miguel, un joven noble, es enviado a la provincia de Luisiana, en América del Norte. Él se lo tomará como un destierro del que espera regresar pronto a España. Una vez en Nueva Orleans, el gobernador del territorio, Bernardo de Gálvez, amigo de la familia, decide trasladarlo para mantenerlo a salvo ante la proximidad de la guerra contra los ingleses.
Su destino será San Luis, una población remota en el interior de la provincia y alejada del frente. Allí, el joven no consigue adaptarse; desprecia la ciudad a pesar del trato de favor que recibe del gobernador de la Alta Luisiana, Fernando de Leyba, y decide marcharse. Pero todo cambiará cuando, días antes de irse, reciben la noticia de que una expedición inglesa reforzada con tribus indias se dirige hacia allí…
A través de los ojos de los personajes que Miguel va conociendo en aquella tierra indómita, y de sus propias experiencias, en las que más de una vez coqueteará con la muerte, podremos ver cómo se transforma su visión del territorio y la gente que lo habita. Todo ello en el marco de una de las batallas menos conocidas, pero no por eso menos importantes, de la guerra de Independencia americana.