La actividad guerrillera del maquis, que se prolongó finalizada la contienda, a pesar de formar parte de nuestra historia reciente está envuelta en la densa bruma del olvido. Memoria de aquel silencio habla de los anhelos, las ilusiones, también de las desesperanzas y errores de uno de sus más activos integrantes. El testimonio que recoge Jorge Cortés, el autor de esta novela, resulta duro y por momentos sobrecogedor.
Desde el lejano exilio de Praga, y con la abrumadora distancia de la vejez, Ramiro cuenta y reconsidera episodios de su lucha antifascista y de las penalidades de aquella España, de aquel Aragón agreste, y de tantas gentes, hombres y mujeres, a quienes la represión del franquismo hurtó la libertad, el futuro, y en muchos casos la vida, pero él también esquiva hechos con consecuencias trágicas y que pertenecen al silencio. Carmen, su descubrimiento del amor, ayudó a la guerrilla por él y sufrió las consecuencias, y desde su casa con huerto recuerda especialmente aquellos meses de 1945 cuando lo ocultó, y sus cuerpos fueron el refugio frente a la hostilidad que les rodeaba, y ambos, en la lejanía, intentan reconstruir lo que les unió y separó, aquel silencio que esconde sus verdades.
Memoria de aquel silencio aporta luz a las tinieblas, aporta recuerdos que vienen a rescatar del olvido en que se han sumido durante tantos años unas páginas imprescindibles de nuestra historia.