Historia de amor, lección de historia y relato de maduración, la novela ilustra los orígenes del Islam y transporta a los lectores a un mundo exótico y a la vez que brutal a través de los ojos de una heroína inolvidable.
Aisha tiene sólo nueve años cuando su padre la casa con Mahoma, el Profeta. Ella desea casarse con su eterno enamorado y compañero de juegos, Safwan, pero acata la imposición de su padre y a los doce años marcha a casa de su marido. La vida en el harén de Mahoma es difícil, pues debe hacerse un puesto a pesar de que el matrimonio no se ha consumado. Un día, Aisha escapa con Safwan: al regresar a su casa es repudiada por sus padres, pero Mahoma la perdona y se da cuenta de que ya no es una niña, descubrimiento que celebran con una apasionada noche de amor. Tiempo después, Mahoma cae enfermo de gravedad y en su lecho de muerte hace entrega solemne de su espada a Aisha, ya adulta, quien comprende la responsabilidad que supone: debe continuar con la jihad que su marido y compañero ha emprendido.