uertas que no cierran es un conjunto de dieciséis relatos, protagonizados por una serie de personajes que, de alguna manera, entrelazan sus aconteceres y nos conectan con la ópera prima de su autora: la novela 45?º. Herméticos, circunstanciales, dramáticos o superficiales, son seres frágiles a los que les cuesta sobrellevar su propia realidad. De ahí su ensimismamiento, su estatismo, sus excentricidades, su éxodo o el tono elegíaco que precede a lo inevitable en algunos casos. De alguna manera, no encajan, como esas puertas que no cierran. Pero hay cierto saber estar, cierta elegancia, incluso cierta brisa de divertimento pop (en formas, colores y actitudes) o más de una apertura al paisaje natural que los hacen ligeros, colándose en nuestras vidas por esas mismas puertas.