Un viaje alrededor de la misteriosa figura de M.K. Ciurlionis, pintor y músico que influyó profundamente en la cultura lituana moderna.
«Me perdí en el centro de la ciudad, hice una foto a un restaurante chino llamado Hongkongas, pasé tres veces por delante de un parque cada vez más oscuro donde vociferaban los estorninos. Traté de hacer un vídeo del árbol desde el que chillaban su canción vespertina, pero lo que me salió no transmitía la potencia del atardecer urbanita, con todas sus posibilidades, su entusiasmo y su caos. Mevino entonces la idea de que el artista verdadero toma un detalle, en este mundo infinito no hay más remedio que discriminar, pero en el detalle late todo lo que está fuera del encuadre, el propio encuadre genera un mundo verdadero, armonioso y completo alrededor. Se estaba haciendo demasiado de noche. Borré el vídeo fallido, me pregunté si es imposible transmitir a los demás intactas las sensaciones que nos asaltan, sentí un repentino y grandísimo deseo de vivir, cené en un restaurante vagamente japonés yme fui a dormir a un bed & breakfast al fondo de un callejo. Todas las camas del mundo son mi cama, apunté en el cuaderno.»
En la senda de escritores como W.G. Sebald o Peter Handke, lo que propone Bárbara Mingo es un relato documental a partir de la figura del pintor y músico lituano M.K. Ciurlionis; un viaje sensorial hacia afuera y hacia adentro, donde los hechos se entrelazan con destellos de belleza, humor y vacilaciones. Un libro que es pura actitud de vida y de una manera de entender el arte y la literatura.