En la calle Amarilla del barrio de Leopoldstadt de Viena estaban instalados los comerciantes del cuero, pero también había un estanco muy concurrido, una agencia de empleo de chicas y estaba la sede de la junta de beneficencia, conocida por la hipocresía de sus miembros. Y una tienda de jabones regentada por una señora muy chismosa.
Una parte de estos relatos fueron publicados en el diario obrero Arbeiter Zeitung entre 1932 y 1933. En ellos, con una voz que es a la vez compasiva y mordaz, Vena Canetti recrea las historias de estos pequeños comerciantes, burgueses venidos a menos, mujeres indefensas y niños de mirada inquieta que luchan por sobrevivir durante los difíciles años de la crisis de la Europa Central, años decisivos en los que se preparaba la inminente catástrofe mundial de la década siguiente.
Elias Canetti, Premio Nobel de Literatura y marido de Veza, escribió:«Aunque sus relatos parecen dictados por la compasión que despertaban en ella los seres desfavorecidos, son demasiado sobrios e incisivos para considerarlos sentimentales».