Marta Camino es una joven que vive con su hermano José y su cuñada Pino en una casa situada en las afueras de Las Palmas. Con ellos, encerrada en una habitación, se consume su madre, Teresa, que enloqueció tras un accidente. Esta vida rutinaria de contenidas tensiones se quiebra con la llegada de unos parientes que huyen de la guerra civil en la Península, y Marta entiende su presencia como la promesa de una vida distinta, llena de sensaciones nuevas. El paisaje bello y sobrecogedor se convierte en un protagonista más y asiste al implacable descubrimiento de los demonios interiores de los formidables personajes y a la progresiva transformación de Marta, que ve en el mar la ruta hacia su liberación.
La segunda novela de Carmen Laforet después de Nada y que se publicó en 1952 se presenta ahora ante los lectores en el año de su Centenario como muestra definitiva de su excepcional talento literario.