Ernest Calvo, hijo de una familia inmigrante del sur de España, nace en una ciudad industrial de provincias de Barcelona, en la que crece y se integra como uno más. Al tiempo que va contando, con nostalgia y humor, su infancia y juventud —en la que descubre una cultura y una lengua que lo fascinan tanto como lo inquietan—, confiesa a su mejor amigo, hijo de una familia catalana trabajadora, haber cometido una serie de asesinatos entre el periodo que transcurre desde el golpe de Estado del 1981 hasta los Juegos Olímpicos de Barcelona en 1992. A partir de la relación con él, Ernest deberá hacer frente a las contradicciones de una sociedad en proceso de cambio y búsqueda de sí misma, como el propio protagonista, y que ve amenazada su supervivencia.
Un relato confesional divertidísimo, audaz y con un talento narrativo desbordante, que pone a nuestra sociedad delante del espejo.