La incisiva mirada de Carrère se posa sobre Calais y retrata no la llamada Jungla sino la ciudad, indagando en cómo les ha cambiado la vida a sus habitantes la llegada masiva de inmigración.
Hasta finales de 2016, Calais fue un topónimo recurrente a causa de la Jungla, un campamento de emigrantes. Carrère llegaba allí para escribir un reportaje con una pregunta: ¿cómo vive la ciudad la aparición del mayor barrio de chabolas de Europa? El hotel de lujo está en la ruina, pero los baratos hacen su agosto alojando a policías, los cafés se llenan de cooperantes de aire cool, de periodistas y famosos que acuden a filmar y denunciar la situación de la Jungla (Cantet, Haneke)... «Calais se ha convertido en un zoo», dice una lugareña.