En la ciudad líquida es mucho más que una ciudad, mucho más que un viaje, mucho más que un libro. Es seguir a Dostoievski en su primer periplo por Europa, visitar la habitación y media de Brodsky en San Peterburgo, la dacha donde Pasternak compuso su Doctor Zhivago o las fincas familiares de Nabokov. Mediante ensayos narrativos y crónicas personales, la autora traza un fascinante mapa de vidas y obras literarias y de su impacto en nuestras geografías más íntimas. Las ciudades líquidas son aquellas cuyos contornos se reflejan en las aguas de un río o de un mar. Para la autora, son también una metáfora del espacio interior en que uno se sumerge cuando, en estado de suspensión, se lee, se traduce o se escribe. Pero lo que hay dentro de este libro no se puede explicar. Marta Rebón, una de las más importantes traductoras del ruso de este país, hace un recorrido íntimo y profundo por la literatura, los paisajes y las lenguas que han determinado su vida. Esta obra es un homenaje a autores como Chéjov, Dostoievski, Pasternak o Nabokov, entre muchos otros, y es un homenaje a la palabra y a su doble filo, ya que en ella habitan a la vez la silueta y su reflejo, como ciudad líquida que también es. La magnífica escritura de Marta Rebón nos ofrece ahora una nueva perspectiva: su propia mirada del mundo, su elegante voz, su sabiduría. Cada año Caballo de Troya invita a un editor a que coja las riendas del sello dejándole su impronta personal. En la ciudad líquida es la quinta novela que Lara Moreno recoge en la colección durante su año de regencia.