Aprendiz de periodista ya en la treintena y amante de la literatura, Leo Gazzarra narra en primera persona el año en que se enamoró... y lo perdió todo. Nacido en el norte de Italia y trasladado a una Roma tan atractiva como inhóspita para todo recién llegado, Leo es incapaz de conservar su trabajo, sus amistades, sus propiedades y sus relaciones. Su vida parece un perpetuo deambular por una Roma calurosa que sólo la lluvia de verano apacigua. Su peor enemigo es él mismo: deja pasar oportunidades, bebe hasta la inconsciencia, se siente solo pero no soporta a nadie... Esa actitud se exacerba cuando se enamora de Arianna, una joven frágil, huidiza, misteriosa. Y perderla lo empujará definitivamente al desastre, adonde, de todas maneras, le habrían llevado sus propios pasos.
Una novela de iniciación que es una provocación, un puñetazo, y un canto a Roma.