A mediados del xviii un joven jesuita español, amante de la botánica, Gabriel de Velasco, llega al sultanato de Ternate, en las Molucas, y se entusiasma con la increíble flora que alberga y la fascinante personalidad de Cintia, una joven mestiza. Es allí donde descubre las exóticas especias y su comercio, ya que son exportadas a todo el orbe desde tiempo inmemorial.
El comercio de especias siempre ha estado en manos de extranjeros, los isleños lo saben bien, pero cuando la VOC –Compañía Holandesa de las Indias Orientales– obliga a exiliarse al sultán y se hace con el monopolio del clavo, todo cambia: se trata de una afrenta brutal, pues para los nativos el árbol del clavo tiene alma. En Ternate, milagrosamente oculto en un rincón del bosque, se alza Afo, el único clavero superviviente. Cintia será la encargada de revelar a Gabriel la ubicación de la planta y él tendrá la responsabilidad de poner a salvo sus semillas.