Por las noches, Kimiâ pincha rock. Durante el día, sigue un tratamiento de inseminación artificial para poder tener un hijo con su novia. Kimiâ, nacida en Teherán en 1971, se exilió a Francia con su familia y mantuvo las distancias con su cultura de origen. Sin embargo, mientras espera en el hospital, yendo de consulta en consulta, los recuerdos la invaden. A través de estos recuerdos, Kimiâ revela la historia de la familia Sadr; desde sus ancestros, hasta sus propios padres, luchadores eternos contra los regímenes que les tocó vivir; primero, el del Shah y después el de Jomeini. Por desgracia, la Francia a la que huyen poco tiene que ver con la versión que se habían imaginado. En una Francia racista, parece que la única salida posible para Kimiâ es su propia «desorientalización».