Un enfermo mental utiliza a un escribiente para narrarnos su historia. Padece una enfermedad extraña. El mismo nos dice: He enfermado del recuerdo y cierto es que nunca había oído semejante diagnóstico; pero cada vez que se lo he preguntado al doctor Evoco, don Ignacio, me dice que voy progresando con el tratamiento: me dan unas pastillas para no recordar tanto, pero si no me las da Celia, la enfermera asignada a mi planta, es lo único que no recuerdo de tomar; creo que tengo un recuerdo cómplice porque es selectivo. Una historia extraordinaria sobre la lucha de quien se empeña en vivir una realidad cada vez más lejana. La enfermedad, las vivencias diarias del psiquiátrico, los recuerdos de su vida, la familia todo está presente y ausente a un tiempo.
Alfonso Elías de Molins nos atrapa desde el primer momento con una historia que podríamos nominar como tragicómica. Desde el inicio nos advierte de que la acción no va a ser fácil: Yo no estoy loco. Me dicen que lo soy, pero lo fui. Me lo dicen los que sí lo están, pero mandan en la locura y me hacían vivir otro mundo con todas esas pastillas que acababa tomando casi a la fuerza. Todos estamos locos, o desequilibrados como ellos, los que mandan aquí, pero no lo aceptan o se medican a escondidas; y, en su casa, con su familia, intentan ser normales, pero están mal, desequilibrados, peor que uno.
De Alfonso, nuestro autor, dice Juan Domínguez Lasierra que es lector impenitente, es un escritor vocacional desde hace muchos años, pero siempre reacio a publicar. Su exigente espíritu autocrítico le decía que sus obras no igualaban lo que leía. Algunos amigos le han animado a vencer sus reservas y mostrar su capacidad narrativa. Y Alfonso ha superado sus pudores.
Lecturas y escritura sin desmayo, así como el devenir personal, crearon el mundo particular del autor, y esta novela, la primera de las suyas que se publica, es prueba de su genuino bagaje vital, enriquecido por singulares experiencias ajenas, su aguda memoria de observador y su potente pulso de contador de historias. Las que cuenta en esta novela nos sumergirán en un mundo no por real menos insólito. Una
inmersión narrativa sorprendente.
Alfonso Elías de Molins
Zaragozano de nacimiento, ejerció la abogacía, y trabajó como jurídico en varias instituciones y administraciones públicas. Aunque, Como quien oye llover, sea la primera novela que edita tiene en cartera una amplia obra literaria y se presenta a sus posibles lectores de la mano, nada más y menos, que del ya mencionado Juan Domínguez Lasierra, reconocido escritor y periodista, y del ampliamente premiado y muy considerado escritor, crítico y poeta, Fernando Aínsa, que ha escrito una espléndida introducción a la novela en la que explica como llego a sus manos el manuscrito de la misma.
Se puede pensar que Alfonso es un escritor novel (esta es su primera obra editada), pero con mucha experiencia y contando, además, con el apoyo de plumas de tanta calidad, algo nos obliga a decir que esta es una novela de obligada lectura