De nada sirve resistirse a la pasión cuando es la pasión la que te elige
Elena ha pasado página. Los días de pasión y locura que ha vivido con Leonardo y que la han adentrado en el lado oscuro del placer, ya son solo un recuerdo desenfocado. Ahora sabe lo que quiere y ha elegido a Filippo: por él ha abandonado Venecia y se ha mudado a Roma. Su vida juntos es prácticamente perfecta, una armonía de afinidades, tanto en la cama como fuera de ella. Pero la relación entre Elena y Leonardo aún no ha terminado y basta un encuentro casual para prender el fuego que nunca llegó a apagarse.
En la noche de su trigésimo cumpleaños lo último que puede imaginar Elena es que el restaurante al que la ha llevado Filippo es... ¡de Leonardo! Su mirada y un solo beso, robado en la cocina del local, provocan un nuevo y turbador inicio. Nada de reglas. Porque esta vez no es necesario ocultar el amor, ni siquiera tras el sentimiento de culpa que produce el engaño...