La vieja dama de la que habla este libro no podía ser otra que Sevilla, la gran señora que tuvo y retuvo, en la hermosura de una luz que desafía al tiempo, en los ritos, en los personajes, en los recuerdos, en las nostalgias, en las gracias y en desgracias de una literaria Ciudad-Mito.
A modo de memoriales de la ciudad, en estos artículos de Antonio Burgos está lo más granado de su literatura de periódico, en textos que ya pasan por clásicos en el universo del escritor, un mundo al que siempre puso por nombre Sevilla. Artículos que los lectores aún recuerdan con la misma fuerza del día en que aparecieron, como «Los zapatitos del Niño», «Farol de cruz de guía», «Armaos en San Lorenzo» o «Las manos del Gran Poder», cobran aquí, reunidos junto a otros también antológicos, el carácter de teoría sobre la ciudad y aportación singularísima a la historia de su mejor literatura.