Cuando el médico les comunicó a Henny y a su marido que su hija recién nacida, Beth, podía tener síndrome de Down, pensó que su vida se acababa. ¿Cómo iba a cuidar a su bebé, que podría morir, y además ocuparse de sus dos otros hijos a la vez? ¿Cómo una niña tan pequeña y débil, que necesitaba mucho más a Henny que sus dos otros hijos, podía provocar esos sentimientos de desprecio y resentimiento? ¿Cómo iba a aprender a amarla? Y si no podía confiar en sus propias reacciones con Beth, ¿cómo esperar que el resto de la gente superara sus propios prejuicios e ignorancia respecto a su condición?
Una herida en el corazón es una mirada conmovedora, divertida, irónica y refrescantemente honesta de la vida junto a una niña con necesidades especiales. A través de una extraordinaria travesía vital, Henny le habla no sólo a los padres que pudieran tener una experiencia similar y a los profesionales de la salud, sino a todas las personas que sienta ansiedad por lo que será de sus hijos, preguntándose si lo están logrando, si están haciendo todo lo que debieran por ellos, si los están amando suficientemente.