Un juez, que condena a muerte a un oso muerto, un hombre que convirtió su vida en una cuestión de procedimiento, un pastor que se hizo relojero real en los Picos de Europa, una aldea que tiene un castaño inmortal, la desventura de un propietario de un apartamento en la costa, un mito que viaja en helicóptero, un economista que estudia el café con leche, una ciudad vestida de uniforme militar, un niño que se hizo embajador de bosques y otro que quería ser güevu pintu, un lince que se convirtió en borrico, un queso que construyó una montaña, un mundo gobernado por pastores o el descubrimiento de la isla donde nació la literatura constituyen esta recopilación de fábulas, artículos periodísticos, pregones y cuentos recogidos bajo el título de El regreso del señor Hoffmann y otros relatos de ambiente entero que tienen, en la mayoría de los casos, un trasfondo que destila la obsesión del autor por las historias de la gente, la defensa del patrimonio cultural colectivo y la redención del mundo rural para que encuentre su sitio en el futuro.
Entre la realidad y la ficción, entre la crónica y la fantasía, las historias que cuenta Jaime Izquierdo son, por increíbles que parezcan, tan ciertas como la imaginación del autor.