Ecuador, 1985. El presidente Febres Cordero ha instaurado una política de represión inédita contra todos los opositores políticos. En Colombia, país vecino, la violencia del Estado siembra el terror desde décadas atrás. Algunos colombianos y colombianas se agrupan en Quito para hacer conocer la violencia y la injusticia que desangra su país. Entre ellos, Hernando, un joven estudiante de periodismo amante de la salsa, el ron y de reírse de todo. Detenido, desaparecido y torturado, después de doce días llega a la cárcel de Quito. Durante tres meses se relaciona con el vivir cotidiano de todo tipo de detenido, incluyendo travestis y hasta un secuestrado. La miseria humana, la amistad, el amor, el sexo, un plan de fuga... están presentes en este texto autobiográfico que tiene las características de una novela. A pesar de la dureza de las situaciones que vivió, Hernando las narra con humor y un optimismo sorprendente.
De Calla y respira, publicada ya en su traducción francesa, se ha dicho:
Jean Ziegler: "¡Una historia dura e intensa, pero de lectura fantástica!"
Ramón Chao: "Uno sufre con el personaje, pero al final uno quisiera ser como él"