Vampirismo y necrofilia,
paradojas del tiempo o
encarnaciones
demoníacas, antiguos dioses
y vislumbres de criaturas
monstruosas
son algunos de los temas que
el lector encontrará en esta
serie de
relatos fantásticos que
tienen un clásico regusto
modernista, de
leyenda antigua. Pero hay
más: pocos autores supieron
como
Rubén Darío poner en juego
la rica imaginería verbal
del castellano
y extraer del lenguaje todas
sus posibilidades expresivas.
Junto a piezas maestras de
lo extraño y maravilloso,
como "Thanathopia"
(una vuelta de tuerca al
argumento de la amante
espectral) o "Huitzilopoxtli"
(ambientado en el áspero
México de la Revolución, en
el que sobreviven
los cultos primitivos), esta
selección recoge cuentos de
humor ("Mis
primeros versos"), esbozos
autobiográficos ("Historia
de un sobretodo")
y exuberantes reflexiones
sobre el papel del arte en
la sociedad ("El rey
burgués"), en un fascinante
calidoscopio de voces y
escenarios marcados
por el ideal de la pasión
extrema. No en vano su autor
fue el máximo
abanderado de un movimiento -
el Modernismo- que
contribuyó a renovar
las vetustas y adocenadas
letras hispánicas de su
tiempo.