Historias de bellas montañas recoge un buen ramillete de cumbres y escaladas nada fáciles de reunir por una misma persona. Sin embargo, Ramón, lejos de caer en errores propios del pretencioso o del vulgar coleccionista, nos ofrece a través de su obra, un repaso, no solo a las rutas y montañas que lo enamoraron, sino también a sus curiosidades primarias y a sus fuentes de inspiración, los grandes clásicos: los libros de Whymper, Frison-Roche, Terray, Rébuffat... y lo hace con la lucidez y la humildad de quien sabe que «una montaña o una vía de escalada jamás vuelve a ser la misma que fue para los primeros». Historias de bellas montañas recoge un buen ramillete de cumbres y escaladas nada fáciles de reunir por una misma persona. Sin embargo, Ramón, lejos de caer en errores propios del pretencioso o del vulgar coleccionista, nos ofrece a través de su obra, un repaso, no solo a las rutas y montañas que lo enamoraron, sino también a sus curiosidades primarias y a sus fuentes de inspiración, los grandes clásicos: los libros de Whymper, Frison-Roche, Terray, Rébuffat... y lo hace con la lucidez y la humildad de quien sabe que «una montaña o una vía de escalada jamás vuelve a ser la misma que fue para los primeros».