Hodge Backmaker es un habitante de la Nueva York del siglo XX: una ciudad de calles adoquinadas e iluminadas por lámparas de gas, donde los dirigibles sobrevuelan rascacielos que apenas alcanzan diez pisos, los tranvías tirados por caballos compiten con los minimóviles, y las bandas de gángsters imponen la ley ante la incapacidad del estado.
En este mundo, la Confederación ganó la Guerra de Secesión americana y consiguió su independencia, dejando unos Estados Unidos residuales que se han hundido en un marasmo de miseria y colonialismo. Mientras que la esclavitud no ha desaparecido en una Confederación que se ha extendido hasta abarcar todo el sur del continente, en la atrasada Unión se fomenta la servidumbre como única forma de escapar de la espantosa pobreza, la lucha política se libra con extrema violencia y Nueva York no es sino una ciudad de provincias donde resuenan rumores de una nueva guerra que puede terminar definitivamente con los Estados Unidos.
Lo que el tiempo se llevó es uno de los ejemplos más recordados del subgénero de la ucronía o historia alternativa, y quizá su mayor clásico junto con Pavana de Keith Roberts.
"La novela definitiva sobre mundos alternativos, en la que el Sur gana la Guerra de Secesión americana. Concisa y lírica, Lo que el tiempo se llevó ha generado docenas de novelas que siguen su premisa." --The Encyclopaedia of Science Fiction
"Una historia encantadora, extremadamente bien narrada. Incluso los que no conocen bien la historia de los Estados Unidos disfrutarán de esta novela llena de humor, colorido y atmósfera. Ward Moore es otro de esos autores que escribieron demasiadas pocas obras de ciencia-ficción... pero será recordado por Lo que el tiempo se llevó, un clásico menor que ha resistido el paso de los años." --Ciencia ficción: Las 100 mejores novelas