Adentrarse en el mundo de la moda es hacerlo en el de los viajes en el tiempo. Es buscar nuestros recuerdos de la infancia y la niñez entre las viejas fotografías que hay en casa, las películas clásicas o los videoclips. Es rememorar quiénes fuimos y por qué. Es mirar con cierta benevolencia a ese yo que vestía de aquella manera tan extraña, tan de entonces, tan distinta.
Mirar al siglo XX cuando ya llevamos más de veinte años de siglo XXI es hacerlo desde la melancólica distancia de quienes recordamos que antes todo era mucho más sencillo, y eso incluye nuestra manera de vestir. La ropa era una respuesta social a una circunstancia mucho mayor que la de las meras tendencias. Si las mujeres se ponían pantalones y mocasines, si se cardaban el pelo o se lo cortaban, si llevaban traje de chaqueta o enormes hombreras, era por algo. Siempre por algo.
Pasear por la moda del siglo XX es abrir un baúl lleno de recuerdos en el que están Cristóbal Balenciaga, el esmoquin femenino, las appers, Claudia Schiffer, los pantalones de campana, Mecano, el corsé y Edith Head. Las páginas que componen este libro se sumergen en esos relatos que hicieron de los cien años precedentes algo maravilloso y especial. Y por eso refugiarse entre estas líneas es revivir esos tiempos, esas reglas, esas formas de entender las tendencias y de consumir moda, esa historia que, en definitiva, nos ha definido.
Te invitamos, querida lectora, a adentrarte con nosotros en este paseo por el mundo en que nuestras abuelas, nuestras madres y nosotras mismas fuimos y crecimos. Juntas, iniciemos este viaje a los recuerdos?