En el año 507 tuvo lugar una batalla que determinó las respectivas Historias de Francia y de España. Nos adentramos en la vieja Europa, la cual se abría paso entre las ruinas del Imperio Romano y las nuevas monarquías germánicas. Las ansias conquistadoras del franco Clodoveo chocaron con las fronteras del Reino Godo de Tolosa, un reino que se extendía desde el Loira hasta el Guadiana y cuyo destino era regido por el visigodo Alarico II. En los campos de Vouillé francos y visigodos sembraron de sangre la Galia, llevando a Clodoveo a destruir el Regnum Gothorum de Tolosa. Sólo la intervención del poderoso rey ostrogodo Teodorico el Grande salvó a los visigodos de la hecatombe total. La caída del reino tolosano y el desplazamiento definitivo de los visigodos a la península Ibérica dieron como resultado el nacimiento del Regnum Gothorum de España y el florecimiento de su urbs regia, Toledo. Visigodos, francos y ostrogodos son los protagonistas de este viaje político-militar a las entrañas de nuestro pasado y donde personajes como Alarico II, Clodoveo y Teodorico el Grande forjaron la esencia de nuestra identidad.