«NO CREO EN EL ARTE
que no se haya
impuesto por
la necesidad de una persona
de abrir su corazón
Todo arte - la literatura como
la música - ha de ser engendrado
con los sentimientos más profundos».
Influido por una infancia de «enfermedad, locura y muerte», como él mismo afirmaría, su inquieto ojo creador plasmó emociones, ambientes y figuras de su entorno en un sinfín de representaciones cargadas de intensidad.
Puede pensarse que, entre sus obras, ha trascendido especialmente El grito, pero este debería ser solo una enérgica llamada a conocer y leer su recorrido artístico, como si de una galería se tratara, una verdadera extensión de su Friso de la vida. El presente libro reúne una selección de obra pictórica y textos extraídos de sus diarios y
cuadernos de bocetos, en una invitación a captar su excepcional sensibilidad.