A lo largo del año hay numerosas ocasiones para dar a alguien una alegría en forma de sorpresa. Por nombrar algunos ejemplos, tenemos el Día de la Madre o del Padre, un cumpleaños, un santo, las Navidades, Pascua o San Valentín.
Además, de vez en cuando se recibe una invitación con la que no se contaba. Una terrorífica fiesta de Halloween, una fantástica reunión de Año Nuevo, un alegre aniversario de boda o una agradable cita veraniega en el jardín de los vecinos. ¡Está claro que en tales ocasiones hay que acudir con un pequeño detalle!
No se trata solo de la sorpresa del regalo, sino de que este, incluso en su pequeñez, presente un aspecto atractivo. Eso no supone ningún problema si se sabe preparar un envoltorio original y lleno de fantasía.
Todas las propuestas de este libro son sencillas y rápidas de realizar, pero producen un magnífico efecto y, con seguridad, permanecerán durante mucho tiempo en la memoria de quien las haya recibido.