Como todas las disciplinas que componen la conservación y restauración de bienes culturales, una buena restauración de un papel (de un dibujo, de un grabado, de un mapa, de un documento) requiere no sólo una amplia experiencia, sino también una serie de conocimientos de otro tipo: los que se pueden transmitir mediante palabras, conocimientos como los que se pueden escribir en una pizarra, o en un libro. La restauración del papel reúne buena parte de este tipo de saberes: los necesarios para permitir a la persona interesada conocer la naturaleza de esta actividad, para guiar al estudiante que comienza o acaba, y también, en muchos casos, para interesar al profesional. Así, en el libro se describen de manera clara y precisa la mayoría de los tratamientos de restauración más habituales (y otros que no lo son tanto), pero también una serie de conocimientos auxiliares ?de historia, de física, de química? que permiten entenderlos. Quien desee introducirse en esta disciplina apasionante encontrará en esta obra el mejor punto de partida.