La incidencia de la declaración de concurso en los contratos del concursado se ha convertido en una pieza fundamental no sólo para determinar la lista de acreedores, sino también para definir el régimen en el que deben quedar los contratos durante el concurso.
La Ley Concursal introdujo desde su redacción originaria en 2003 algunos artículos con el fin de sistematizar una materia que, hasta esa fecha, no tenía reglas claras de aplicación; sin embargo el artículo 61, 62 y concordantes de la Ley se mostraron claramente insuficientes para poder dar respuesta a muchos de los problemas que se planteaban fundamentalmente en los contratos principales del deudor, especialmente los que les relacionaban con las entidades financieras. Los juzgados mercantiles, las audiencias provinciales y, finalmente, el Tribunal Supremo han ido complementando las normas legales, adaptándolas al escenario de una crisis económica que se ha prolongado durante años y que ha supuesto un incremento cuantitativo y cualitativo importante de los procedimientos concursales.
Este libro pretende ser una guía práctica sobre la materia, destinada a los profesionales de todo orden que intervienen en los procesos concursales y apoyada sólidamente en las distintas resoluciones judiciales, aunque en ocasiones se evidencien pronunciamientos contradictorios.