Cuando el señor Hopgood le ofrece a Alex comprarle su querido castillo de Carra, sólo le impone una condición: ¡que no haya ningún fantasma! ¡Qué dilema para Alex! Por un lado, no tiene más remedio que venderlo, pero por otro, ¿cómo cumplir con la condición del señor Hopgood, si el castillo está infestado de fantasmas? Entre otros, lo habitan Krok, un vikingo peludo; la señorita Spinks, que está un poco loca; el tío Louse, un vampiro sin dientes; y, como guinda, una niña traviesa y malcriada que responde al nombre de Flossie. El problema tendría fácil solución si Alex lograse convencerlos de que se marcharan a otra parte por las buenas, sin rechistar ni armar alboroto, pero, aun así, estos seres insensatos y algo dormilones son capaces de depararle una gran sorpresa.
Eva Ibbotson vuelve a sorprender a los lectores con una divertida y trepidante historia de fantasmas, esos seres extraordinarios que, en palabras de la autora, «son como la gente, pero un poco chiflados y más interesantes». En esta misma colección se han publicado El concurso de brujas, Una misión monstruosa, ¡Menuda bruja!, El secreto del andén 13 y Fantasmas en peligro.