Todos los días, en el barrio, la primera luz que se enciende es la de la biblioteca. Incluso antes de que el sol se despegue de sus sábanas, Don Cruz ya ha abierto la biblioteca y se prepara para afrontar el día. El único problema es que es muy despistado. Tanto que necesita la ayuda de Cleo, un ratón, para encontrar la mayoría de sus cosas. En esta ocasión, la pérdida de un zapato les hará vivir a ambos una jornada digna de los libros de misterio de Sherlock Holmes.