Rosie tiene nueve años y a menudo, durante las vacaciones, pasa mucho tiempo montada en los autobuses rojos de Londres. Sus padres son conductores, y cuando sus turnos coinciden, no les queda más remedio que llevarla con ellos por las calles de la ciudad. En el día del referéndum sobre la permanencia del Reino Unido en la Unión Europea, los padres llevan a Rosie al parque de St. James. Su misión es encontrar a las famosas ardillas que en el parque tienen su hogar. ¿Pero por qué no hay rastro de ellas? ¿Y por qué, según cuenta el Guarda del parque, los nidos están vacíos y los pelícanos se han refugiado en la isla del lago?
La gran aventura comienza justo a los pies de un gran roble. Allí, un mundo secreto se revela a los ojos de Rosie que se encuentra en medio de una batalla: zorros y ratas, originarios del parque, quieren expulsar de una vez por todas a los últimos llegados para reapropiarse de sus tierras, pero ardillas, pelícanos y loros están listos para resistir. A través de los ojos de Rosie, cabe preguntarse: ¿qué significa «hogar» para cada uno de nosotros? ¿Qué significa pertenecer a un país o a una ciudad, qué significa ser «originarios de un lugar»? ¿No venimos todos, de alguna manera, de otro lugar? Tal vez entonces, lo que cuenta es cómo podemos estar juntos, con nuestras diferencias, las que llevamos a la espalda como un caracol su caparazón y, sin embargo, con el deseo de compartir un país, una ciudad, un parque, una amistad.