Los días pasan en Rocavarancolia y la situación es cada vez más oscura y violenta. Las muertes se suceden, no sólo entre los muchachos traídos de la Tierra, también entre los monstruos que habitan la ciudad. Algo ha despertado entre las ruinas, un mal más antiguo que el propio reino, con sus propios planes respecto al destino de Rocavarancolia y de los jóvenes raptados.
A medida que la salida de la Luna Roja se aproxima, el grupo va averiguando más cosas sobre la ciudad y sus habitantes. Pero nada les prepara para la terrible revelación que tiene lugar la noche en que muere otro de los suyos. Es entonces cuando descubren lo que les aguarda, es entonces cuando descubren que hay destinos peores que la muerte: la Luna Roja los va a transformar en monstruos, en monstruos idénticos a los que pueblan la ciudad, en monstruos idénticos a los que les están matando.
José Antonio Cotrina
Los hijos de las tinieblas