En el verano de 1937, Julian, de 21 años, se alista en las Brigadas Internacionales para combatir en la guerra civil española. Su hermano pequeño, Quentin, nos relata los doce años previos a su partida. Los dos niños crecen rodeados de pintores y escritores en un entorno estimulante y enriquecedor de una finca de la campiña inglesa. Pero su mundo, casi perfecto, se desploma cuando sale a la luz una mentira del pasado... Los soldados no lloran es una novela de ficción basada en hechos reales. Quentin y Julian fueron los hijos de la pintora Vanessa Bell, quien, junto a su hermana Virginia Woolf, formaba el núcleo del grupo de Bloomsbury, un círculo de artistas e intelectuales ingleses de los años veinte y treinta del siglo XX.