Azul invita a los artistas del azulejo a embellecer las paredes del Palacio Real de Évora.
Cuando Manuel I el Afortunado, rey de Portugal, visitó el Palacio de la Alhambra, quedó cautivado por la imponente belleza de la decoración, formadas por losetas de cerámica de color azul y blanco de procedencia árabe a las que llamaban “azulejos”. Aún fascinado por el esplendor del interior de la Alhambra, a su regreso a Portugal ordenó inmediatamente que las paredes de su palacio en Évora fueran decoradas del mismo modo...
Azul es un juego de mesa abstracto, con una innovadora mecánica de juego alabada por aficionados y profesionales. Lo primero que notas cuando lo tienes entre manos es la calidad artística de la caja, con azulejos de influencia árabe como los que se pueden encontrar en España y Portugal. Las piezas están elaboradas también artísticamente y con materiales de alta durabilidad. Tú y hasta tres jugadores más sois unos artistas que se han especializado en el diseño con azulejos y competís por ser el primero en exhibir vuestra obra en las paredes del Palacio Real de Evora.
Tu objetivo en Azul es completar el mosaico de tu tablero individual antes de que lo haga la competencia, y ganarte así el favor de Manuel I El Afortunado, rey de Portugal. Para reunir los azulejos necesarios tienes que visitar las fábricas del reino. Según el número de jugadores hay un número determinado de fábricas disponibles en cada ronda que tienen un surtido aleatorio de cuatro losetas. Si en una fábrica encuentras algo que te interese ojo, porque tendrás que llevarte toda la producción disponible de piezas del mismo tipo aunque no las necesites. El resto quedarán fuera de la fábrica, y se colocan en el centro de la mesa, para que otro jugador que las necesite se pueda hacer con ellas siguiendo los mismos criterios.
Los azulejos que consigues reunir los tienes que ir colocando en los huecos disponibles junto al mosaico de tu tablero hasta completar cada una de las filas con losetas del mismo color. Solo entonces podrás trasladar los que necesites al mosaico definitivo. A medida que vayas colocando fichas vas ganando cada vez más puntos, por ejemplo si colocas una pieza adyacente a otras colocadas anteriormente. A esto se le llama la fase de “alicatado”. En el momento en que no hay más piezas en juego se pasa a la siguiente ronda y el juego no termina hasta que uno de los participantes haya logrado completar una línea completa de su mosaico.
Azul es un juego con un componente de azar, ya que las fábricas y el centro del tablero se surten de azulejos de manera aleatoria, pero también con un componente estratégico con el que planificar el orden de colocación de las losetas en el diseño de mosaico que te haya tocado ejecutar. Un juego que, sin duda, estimula tu sentido visual además de tu intelecto. Así que saca el artista que llevas dentro y conviértete en el ceramista más respetado de Portugal.
2 a 4 jugadores, 45 minutos, más de 8 años.