La abadesa Hildegarda de Bingen, que vivió en la Edad Media, se dedicó al estudio profundo de diferentes disciplinas. Fue compositora, escritora, médica, filósofa, científica... Su sabiduría era tan amplia que incluso reyes y papas le consultaban diversos asuntos y se convirtió en la única mujer a la que la Iglesia permitió predicar, lo que hizo por numerosos países hasta su muerte. En 2012 fue canonizada.