Nacho tiene diez años y se acaba de cambiar de piso. Cambio de barrio, cambio de vecinos... sus padres están encantados. Sobre todo con la vecina de abajo, una viejecita encantadora, la abuela ejemplar que toda persona desearía tener viviendo en la misma escalera. Pero Nacho no lo ve igual. Esa vieja, a él, le da miedo. Le clava malas miradas y le dice cosas feas cuando nadie los ve. Es una mala persona, odiosa y cruel... y nadie le hace case. Elvira los tiene a todos engañados.
Una abuelita con dos caras, un niño que indaga en el valor del respeto a los mayores y mucha diversión.