El pueblo de Tadeo, Vilabasalvaso, está repleto de casas que miran al ferrocarril. Toda la vida de la gente gira alrededor de los trenes. O giraba. Porque desde que han decido cerrar la línea que pasaba por allí, todo el mundo anda muy preocupado. Menos mal que Patín, el perro que regalaron a Tadeo el mismo día que llegó la mala noticia del cierre, va a aliviarle un poco de las preocupaciones.