En la quinta entrega de los divertidos diarios de Nate, un chico que se define como "destinado para la
grandeza", siguen las graciosas historias ambientadas en una escuela muy común. Su mejor amigo Francis sigue
guardándole las espaldas cuando hace alguna travesura y el claustro de profesores sigue, como no, permanentemente en su
contra. Con unas ilustraciones insertadas en el texto y con muchísimo sentido del humor, los lectores devoraran este
libro en un simpático abrir y cerrar de ojos.